Reseña Rebelión en la granja de George Orwell

Por Patricia Chung

Para el mundo entero, Eric Arthur Blair (Montihari,India-1903-1950) es George Orwell, el escritor que vivió como indigente en París e Inglaterra y fue forjando un nombre como alguien crítico que alzó su voz contra la corrupción, la injusticia y en favor de la libertad de prensa.

La importancia de Orwell radica en haber escrito textos universales. Rebelión en la Granja publicada en 1949 es una muestra de ello. Oponiéndose a Stalin, crea una fábula, dónde los animales son los protagonistas principales. La publicación de esta obra es polémica por cuanto fue rechazada por varios editores a pesar de considerarla una obra maestra.

Es  en apariencia una novela simple y corta de 150 páginas pero su contenido trasciende su sencillez para convertirse en una feroz crítica contra los regímenes políticos autoritarios y arbitrarios, de esos que abundan en el mundo entero.

La granja Manor es la residencia del granjero Jones y su esposa. Ellos han descuidado un poco la granja. Allí viven junto a cerdos, caballos, ovejas, gallinas, patos, perros, un burro, cuervos, gatos y ratas.

Un día el Viejo Mayor, el verraco  Willingdon Beauty tiene un sueño que decide comunicar al resto de los animales. Mayor, un cerdo de 12 años, de aspecto sabio y bonachón le dice a una atenta concurrencia que no existen animales libres en Inglaterra y que el Hombre es el único enemigo que ellos tienen porque consume sin producir, no da leche, no pone huevos, es débil para tirar del arado,  y su velocidad ni le permite atrapar conejos pero es dueño de todos los animales a quienes les da lo mínimo para mantenerlos y lo demás se lo guarda para él.

La propuesta es tomar el control de la granja y expulsar a Jones. Los animales estuvieron de acuerdo y sellaron el encuentro cantando el himno: Bestias de Inglaterra. La semilla de la Rebelión había sido sembrada. Tras la muerte del Mayor y varios meses después pudo convertirse en realidad. La sublevación de los animales dio sus frutos y el Sr Jones, su esposa y los peones fueron expulsados.

Lo que ocurre después  es la instauración de un nuevo régimen que en aparente condición de igualdad para todos, es simplemente un engaño para posicionar a los cerdos como dueños y señores de los destinos de los animales.

Se establecen 7 mandamientos encabezados por: Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo, ningún animal matará a otro animal, Ningún animal usará ropa, ni dormirá en una cama, ni beberá alcohol. En fin, todos los animales son iguales.

Con el transcurso de los meses, los animales se darán cuenta de que las promesas que les hicieron de vivir mejor, no se harán realidad. Su trabajo esclavo hace que los cerdos, encabezados por el tirano Napoleón y su séquito de perros salvajes vivan como reyes. Este cerdo actúa en contra de los mandamientos que una vez promulgó. A todo el que se le oponga lo declara traidor. Llega a fusilar animales. Nada es culpa de su mal gobierno, toda la culpa se la echa al cerdo Snowball,  quien se convierte en un opositor y logra huir pero es frecuentemente “visto” y culpado de todo lo malo que ocurre. Squealer es el emisario de Napoleón, un cerdo que falsea la verdad y la acomoda en favor del régimen. Las ovejas, escasas de inteligencia, solo corean frases para favorecer al cerdo en el poder.

Los intentos de Jones de volver a recuperar su granja son repelidos. Ahora se llama Granja Animal. Napoleón hace trato con humanos, los dueños de las granjas vecinas. Se hace condecorar, llamar el líder, se encierra en la casa de Jones y comienza  a dormir en cama, a usar vajilla fina, un cerdo prueba su comida antes que él. Se vuelve un autócrata bajo la mirada atónita de los animales que una vez creyeron en los cerdos. Adiestra a los perros para que le sirvan y sean su guardia hasta para dormir.

Pasan los años y ya pocos se acuerdan de cómo debía ser todo, los mandamientos han sido cambiados para beneficiar a Napoleón y la clase animal gobernante conformada por cerdos y perros. Ellos recibirán la mejor comida y sus crías no pueden relacionarse con ningún animal de la granja.

El colmo de la situación es cuando los cerdos comienzan a caminar en dos patas, a vestirse y a hacer tratos con los humanos, porque en el fondo quieren ser igual que ellos aun cuando en un comienzo los odiaban.

Si alguna enseñanza nos queda clara por parte de Orwell en esta fábula realista es que las dictaduras se endurecen con la ignorancia de los más débiles, el fortalecimiento del aparato ideológico se nutre de la sumisión de los demás. La violencia es el arma de control de la dictadura. El reescribir la historia, echarle la culpa a los mismos de siempre es garantía de éxito. No tener autocrítica ni capacidad de darle prosperidad a los gobernados, es lo que a la larga produce subdesarrollo, infelicidad y pobreza.

George Orwell nos presenta una realidad tan cruda que no pierde vigencia y es aplicable a muchos regímenes políticos actuales, de allí su valor universal.

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